Desequilibrios Mundiales y el Problema de la Deuda de los Estados Unidos: ¿deben los países en vías de desarrollo apoyar el dólar estadounidense?
Contribuidores al libro: Jane D’Arista, Zdeněk Drábek, Barry Eichengreen, Fan Gang, Stephany Griffith-Jones, Jan Kregel, Yonghyup Oh, Yung Chul Park, Barbara Stallings, Jan Joost Teunissen y Wing Thye Woo
Redactado por: Jan Joost Teunissen y Age Akkerman, diciembre 2006, 197 páginas ISBN 97890-74208-28-4, Precio: Euro 15.00
La deuda externa de los Estados Unidos, cada vez mayor y más escalonada, es uno de los temas urgentes hoy en día. Y así es el problema de grandes desequilibrios económicos mundiales. Este libro analiza cómo estos dos problemas están vinculados, cómo deben ser solucionados y por quién.
Evaluando los riesgos de un desenlace dramático de la deuda de los EEUU y de los desequilibrios mundiales, se presta en general poca atención al impacto negativo en los países en vías de desarrollo. Este libro tiene un enfoque diferente, concentrándose primeramente en los países en vías de desarrollo.
Los autores que contribuyen al libro analizan el funcionamiento del sistema económico mundial en su totalidad y las políticas seguidas tanto en las regiones desarrolladas como también en las regiones en desarrollado. Los contribuidores del libro incitan a los EEUU a reducir su déficit, y sugieren qué es lo que los países en vías de desarrollo y la comunidad internacional pueden hacer para disminuir la vulnerabilidad de los países pobres. Además sugieren como pueden contribuir a una solución de los problemas de la deuda externa de los EEUU y de los desequilibrios económicos mundiales.
Según algunos de los contribuidores, el problema fundamental radica en el hecho de que el sistema monetario mundial mantiene al dólar como la moneda dominante. Esto permite que los Estados Unidos alcance un tan alto déficit y prolonga una situación en la cual el capital fluye “hacia arriba” – o sea, de los países pobres al país más rico del mundo. Algunos de los contribuidores arguyen que la mejor solución de este problema es una reforma del sistema monetario internacional que ponga fin a la hegemonía del dólar. Otros contribuidores observan que mientras Asia y Europa continúen utilizando la exportación neta positiva para apoyar sus metas políticas domésticas, seguirán ayudando a financiar el déficit de los Estados Unidos.
El libro dedica mucha atención al papel de China en el problema del desequilibrio económico mundial. Se investiga si hay buenas razones para poner tanto énfasis en la responsabilidad de China y la conclusión es que el enfoque en la balanza bilateral entre China y los Estados Unidos es exagerado y equivocado.